Proyecto Q: nuboso con posibilidades de caos




Publiqué esta foto en redes hace unos días. Es el título del capítulo 11 de la historia que estoy escribiendo. Estaba haciendo una relectura y ese «nuboso con posibilidades de caos» volvió a llamarme como la primera vez que lo plasmé en el manuscrito. Porque tiene algo lírico y profundo que me evoca cosas. Porque es un poco lo que define lo que estoy escribiendo. Igual que la foto. Soy yo. Son ellos. O eso es lo que pretendo, porque a veces pienso que ni mi bebé sabe aún lo que quiere ser. Hay niebla, porque tiene que haberla, porque esa es la capa que lo cubre todo, pero me da la sensación de que lo que concebí como oscuro, lo que quería contar, se ha aclarado hasta el punto de que uno de mis personajes se ha hecho gracioso sin mi permiso y me ha empezado a teñir la obra en tonos claros.

¿Que por qué vengo y os cuento esto? Pues no lo sé, porque me lo está pidiendo el cuerpo, probablemente.  Porque dije que vendría a hablaros de mi bebé en gestación y nunca lo hago y, antes de ponerme con mi nueva traducción (dos horas de retraso llevo) necesitaba venir y dejar aquí ese «nuboso con posibilidades de caos» que, por cierto, saqué de un capítulo de la serie Mr. Mercedes (adaptación de la trilogía de Bill Hodges, de Stephen King). En inglés se llama Cloudy With a Chance of Mayhem y, no sé, tenía que estar en mi historia. Y va muy en sintonía con el resto de títulos, con los que, he de decir, me estoy volviendo loquísima; porque sé lo que quiero y no siempre me cuadra; porque cuando empecé el manuscrito tenía una idea en mente que sabía que me iba a costar plasmar. Quería dos tipos de títulos según narrara Kye o Foster (dos narradores, yes, pero no descartemos que el resto se ponga a hablar en breve porque gritan tanto que nos les vale con sus partes de diálogo), pero pasaba tanto tiempo tratando de cuadrarlo que no tenía tiempo para nada más que para obsesionarme, es que ni escribía. Así que me reseteé y opté por una opción intermedia que creo que queda perfecta. Ya juzgaréis si llegáis a leerlo. Y os contaré (si os interesa) cuál era el plan original (y frustrado).

El blog seguirá siendo sobre mis traducciones, no os preocupéis quienes me seguís por ese motivo, no hace falta que huyáis despavoridos, pero también quiero aprovechar este espacio para hablar de lo que escribo, porque es mi rincón y me siento más segura y menos expuesta. La idea es ir contando más y más e incluso publicar cositas que no publique en ningún otro sitio: entrevistas a personajes, fragmentos, capítulos, curiosidades… Pero sin abrumaros. Lo haré con la etiqueta «ProyectoQ», que encontraréis en el desplegable de la página principal, en la parte superior izquierda. 

He de decir que lo de Proyecto Q así tal cual no me convence del todo (porque es… pero no es y lo entenderéis cuando os explique por qué se llama así) pero es como lo llamé en su momento en Instagram y tampoco quiero marear (demasiado). Así que, por aquí os dejo esto. No lo voy a compartir en redes,  es solo para vuestros ojitos blogueros y ya; ¿no dicen que hoy en día ya nadie lee blogs? Veremos a ver. 

Me despido con una frase de Kye que fuera de contexto sé que no se entiende, pero me pueden las ganas. Porque esa frase cierra uno de los primeros capítulos, La niebla, y es tan real y tan él que hasta duele. 




Comentarios

  1. Lo que traduscas lo vamos a leer, por lo menos yo xD

    Saludos

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    Respuestas
    1. Pero este lo estoy escribiendo, no traduciendo y ahí la cosa cambia, ¿eh? xDD. Besazo

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  2. Tengo unas ganas locas de leer tu historia 🥰😘

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